Ahora ya no, ahora sí, quizás

Pasear entre recuerdos debe de ser lo único que encuentro placentero al acto de recoger. Hoy me tropecé con una carpeta donde guardaba, y sigo guardando: dibujos, relatos, fotografías, recortes de periódicos… En resumidas cuentas,  todo lo que me llama la atención y se merece un espacio en mi habitación.

Cogía papel por papel y me centraba en un punto fijo, sólo ese punto, todo lo demás desenfocado y gracias a unas líneas o una foto era transportada al pasado. Volví a saborear esos momentos.

Porque el pasado también es importante, no sólo el “vive el presente, lo demás no existe, no importa”. ¡Pues claro que importa! Cada uno de nosotros estamos construidos de pasado, gracias al pasado somos lo que somos. Gracias a cada error y a cada alegría. Y aquí me hallo recreando esas alegrías. No hay que quedarse atrapado en ellas, pero de vez en cuando podemos darnos el gusto.

Acabo de cerrar una etapa de mi vida y noto eso que llaman tiempo sobre mí. Lo de “que rápido pasa el tiempo” o “aprovecha que no durará”, “quién fuera joven...”. ¡Pero menuda presión que nos meten! Ni que no hubiese vida más allá de los treinta. Yo creo que no hay por qué darle vueltas, simplemente vive. No te preocupes, es solamente tiempo, algo que fuera de nosotros ni siquiera existe. 

Y por último dos vídeos en los que salgo tocando con el maestro, que siempre ha estado ahí, en el Pasado, presente y futuro. ❤❤❤